DIY: Pantalones desteñidos (Tie Dye jeans with bleach)

Ya llevaba tiempo dándole vueltas a esto y ¡por fin he encontrado el momento para hacerlo! Como a estas alturas todos sabemos, los desteñidos o tie dye son uno de los furores de la temporada (como os explicaba en esta entrada) y estoy segura de que todas y todos tenéis alguna prenda de este estilo, ya sea de esta temporada o de anteriores.

El caso es que la cuestión este año ha sido el tie dye en negro-blanco, azul marino-blanco o x-blanco, y no se han visto tantos tie dye de colorines que tanto se identifican con las tendencias hippies. Pues bien, es muy fácil dejar manchas blancas en una prenda (demasiado diría yo...) y todo gracias a nuestra querida "amiga" la lejía.

Para empezar he escogido un pantalón. Un pantalón negro, viejo y que aun por encima me queda grande para más inri. ¿Por qué? Pues porque era la primera vez que lo hacía, no quería arriesgarme mucho jaja. En este caso, a nuestro favor está el hecho de que la mayoría de pantalones actualmente son teñidos después de ser confeccionados en tela blanca (de ahí que a veces destiñan como cochinos y lavarlos sea un terror), por lo que el efecto quedará todavía mejor.

Los materiales que necesitamos son:

- Un pantalón. Puede ser del color que más os guste y si sois atrevidas, comprad uno barato para hacer la prueba, sino, experimentad primero con alguno que tengáis por casa.
- Una bañera, tina, capacho bañerón, cubo o como le llaméis en vuestra casa. Algo donde meter el pantalón, vamos. (No hace falta que sea tan grande, yo no tenía nada más pequeño). Si no tenéis, podéis encontrar algo así en ferreterías o bazares.
- Lejía. En el supermercado, obviamente.
- Gomas. Un poco anchas y no muy grandes para que aguanten bien el pantalón. Podéis comprarlas en cualquier bazar.
- Agua, por supuesto.

Empezamos:

Primero, enrolla y enrosca el pantalón todo lo que puedas, amarrándolo lo más fuerte posible con las gomas. Tiene que quedarte algo así:

¿Sencillo, verdad? ¡Pues esa era la parte más difícil! Ahora, llena el recipiente que hayas elegido de agua tibia. Esta parte del proceso es muy recomendable hacerla en un baño, no queremos desteñir más que el pantalón.

A continuación, añade una buena cantidad de lejía al agua. Lo ideal es que haya más lejía que agua. Cuánta más lejía utilices más rápido y mejor desteñirá el pantalón.

Ahora solo tienes que introducir el pantalón el la mezcla. No es necesario que lo sumerjas como he hecho yo, es más, quedará mejor si dejas la mitad al aire y le das vueltas cada cierto tiempo. 

Tenlo el tiempo que creas conveniente, viendo como va evolucionando el color. Yo lo tuve más de un día porque había echado poca lejía. 

Finalmente, solo tienes que enjuagarlo bien con agua fría para sacarle los restos de lejía y fijar el color y lavarlo y secarlo como habitualmente.

El resultado es este:

Como véis, no he conseguido que quedase blanco del todo y el pantalón conserva pocas manchas del negro original. Esto se debe a que las gomas no apretaban lo suficiente como para impedir que la lejía se colase. Ahí el truco, si queréis que quede con pequeñas manchas blancas que las gomas aprieten mucho al pantalón. Pero de todos modos, el resultado me gusta. ¿Y a vosotros?

Si os animáis con este DIY, me encantaría verlo. Os dejo un resumen:

¡Feliz fin de semana!